Vecinos de Las Siete Fincas denuncian el retraso del plan contra incendios
El Ayuntamiento lleva siete años sin aprobar el proyecto · Los residentes piden su aplicación para evitar que se registren incidentes durante los meses de verano
L. Chaparro | Actualizado 06.06.2011 - 01:00 
Los intervinientes en las jornadas se dirigen al público.
En la urbanización Las Siete Fincas viven de manera habitual alrededor de 200 personas, una cifra que cuando llegan los meses de verano aumenta hasta las 2.000. A pesar de lo elevado de su población, se trata de una urbanización de la zona de la Sierra que carece de un plan propio contra incendios aunque lo reclaman desde hace ya siete años, según recordó ayer el presidente de la asociación de vecinos Las Siete Fincas, Juan Cruz, durante la celebración de una jornada de divulgación y sensibilidad sobre los incendios en la sierra.
Cruz explicó que los vecinos elaboraron un plan en 2004, lo presentaron en el Ayuntamiento y, desde entonces, continúa sin ser aprobado. El presidente del colectivo vecinal lamentó esta situación y alertó de los peligros que corren cada vez que llega el verano. "Esto es un auténtico peligro y nuestra pelea es que el Ayuntamiento apruebe el plan", incidió.
Poder llevar a cabo cortafuegos en el entorno, así como tareas de limpieza en la urbanización para evitar que se produzcan incendios son algunas de las peticiones que hacen cada año estos vecinos. Cruz indicó que sí cuentan con el apoyo de la Delegación de Medio Ambiente porque sus técnicos han demostrado que "tienen predisposición para poner en marcha el plan, aunque el grave problema es del Ayuntamiento". Como ejemplo destacó el simple hecho de hacer cortafuegos, una tarea que no pueden llevar a cabo, ni tampoco acciones de limpieza. Por ello, incidió en la necesidad que desde la Administración local "nos autoricen, por lo menos, a limpiar la zona de pastos". Cruz también puso de manifiesto incidentes como el que ocurrió el verano pasado en la urbanización. "Nos llevamos un susto muy grande porque hubo incendio cuando un vecino estaba con una radial", detalló.
A veces el ingenio y la necesidad se hacen más que prioritarios y ante la ausencia de un plan específico contra incendios, los propios vecinos de esta urbanización de la Sierra han creado un grupo de voluntarios que se encarga de sofocar, en la medida de sus posibilidades, cualquier fuego que se origine en la zona. Según Cruz, hasta la fecha este grupo de "pronto auxilio cuenta con un vehículo autombomba", con el que puede llegar al foco del siniestro en apenas cinco minutos, mientras que un equipo del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento puede tardar en llegar más de 15 minutos. "Nosotros actuamos antes de que lleguen", remarcó Cruz, quien destacó que los voluntarios disponen de medios de transmisión para estar en contacto. El representante de los vecinos apuntó que cuentan con medio centenar de puntos de enganche de agua en toda la urbanización, lo que les facilita la tarea cuando se origina cualquier incidente.
Uno de los incendios forestales más importantes que se registró el verano pasado en la Sierra ocurrió en septiembre en las zonas del cortijo Cabriñana y del Cerro de San Cristóbal. En concreto, las llamas arrasaron más de 15 hectáreas de monte mediterráneo y en su extinción participaron más de centenar de especialistas; el incendió también obligó al desalojo de 25 familias de la zona.
Cruz explicó que los vecinos elaboraron un plan en 2004, lo presentaron en el Ayuntamiento y, desde entonces, continúa sin ser aprobado. El presidente del colectivo vecinal lamentó esta situación y alertó de los peligros que corren cada vez que llega el verano. "Esto es un auténtico peligro y nuestra pelea es que el Ayuntamiento apruebe el plan", incidió.
Poder llevar a cabo cortafuegos en el entorno, así como tareas de limpieza en la urbanización para evitar que se produzcan incendios son algunas de las peticiones que hacen cada año estos vecinos. Cruz indicó que sí cuentan con el apoyo de la Delegación de Medio Ambiente porque sus técnicos han demostrado que "tienen predisposición para poner en marcha el plan, aunque el grave problema es del Ayuntamiento". Como ejemplo destacó el simple hecho de hacer cortafuegos, una tarea que no pueden llevar a cabo, ni tampoco acciones de limpieza. Por ello, incidió en la necesidad que desde la Administración local "nos autoricen, por lo menos, a limpiar la zona de pastos". Cruz también puso de manifiesto incidentes como el que ocurrió el verano pasado en la urbanización. "Nos llevamos un susto muy grande porque hubo incendio cuando un vecino estaba con una radial", detalló.
A veces el ingenio y la necesidad se hacen más que prioritarios y ante la ausencia de un plan específico contra incendios, los propios vecinos de esta urbanización de la Sierra han creado un grupo de voluntarios que se encarga de sofocar, en la medida de sus posibilidades, cualquier fuego que se origine en la zona. Según Cruz, hasta la fecha este grupo de "pronto auxilio cuenta con un vehículo autombomba", con el que puede llegar al foco del siniestro en apenas cinco minutos, mientras que un equipo del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento puede tardar en llegar más de 15 minutos. "Nosotros actuamos antes de que lleguen", remarcó Cruz, quien destacó que los voluntarios disponen de medios de transmisión para estar en contacto. El representante de los vecinos apuntó que cuentan con medio centenar de puntos de enganche de agua en toda la urbanización, lo que les facilita la tarea cuando se origina cualquier incidente.
Uno de los incendios forestales más importantes que se registró el verano pasado en la Sierra ocurrió en septiembre en las zonas del cortijo Cabriñana y del Cerro de San Cristóbal. En concreto, las llamas arrasaron más de 15 hectáreas de monte mediterráneo y en su extinción participaron más de centenar de especialistas; el incendió también obligó al desalojo de 25 familias de la zona.
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