CRISIS SANITARIA
Coronavirus en Córdoba: de apagar el fuego a acabar con el covid-19
El Grupo de Voluntarios Las Siete Fincas se ha sumado a las labores de desinfección que Sadeco hace en colaboración con varias organizaciones
Irina Marzo
08/04/2020
08/04/2020
No solo el Ejército y los tractores de Asaja está ayudando a Sadeco a desinfectar el amplio término municipal de Córdoba. El Grupo de Voluntarios de Las Siete Fincas no podía permanecer impasible a la pandemia que la ciudad, y el resto del mundo, sufre por el coronavirus, y se ha unido a las labores de desinfección que lleva a cabo desde hace unas semanas la empresa municipal de limpieza. Esta asociación de voluntarios que cada año vigila y protege la Sierra de Córdoba del fuego y trabaja, en colaboración con el Infoca, en la extinción de incendios, ha querido dar un paso adelante en la crisis del coronavirus y ha puesto a disposición de Sadeco tanto su flota de vehículos como los voluntarios que forman parte del grupo para ponerse manos a la obra.
Juan Jiménez García explica que el Grupo de Voluntarios Siete Fincas lleva ya 30 años (en 2019 celebraron el aniversario) dedicados a la extinción de incendios y que han querido aportar su amplio conocimiento de la Sierra y sus urbanizaciones en esta crisis. Para ello se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Córdoba, donde se les informó de que no podían llegar a todas las urbanizaciones, porque no daban abasto, «e inmediatamente nos pusimos a su disposición».
De este modo, el Grupo de Voluntarios Siete Fincas contactó con la empresa municipal Sadeco y es la que les facilita el producto desinfectante (un producto de base hipoclorada, con principio activo hipoclorito al 0,1%, que es el que se emplea en Córdoba) y los EPI para los voluntarios. Ellos, por su parte, ponen los medios de los que disponen, que son tres vehículos todoterreno, tipo pickup, que son los mismos que usan para la extinción de incendios y que disponen de depósitos con capacidad de 600 litros y motobombas. «Hemos adaptado los vehículos para que el agua vaya saliendo conforme andamos y nosotros tomamos las medidas de seguridad para no contagiarnos», explica Juan Jiménez.
De este modo, casi a diario, los vehículos acuden a Sadeco para cargar el producto desinfectante y los voluntarios van fumigando por donde es necesario: contenedores, buzones, paradas de autobús, fuentes de agua y vías públicas. «Estamos desinfectando Trassierra, todas las urbanizaciones de la Sierra, que son muchas, y las urbanizaciones de Alcolea, a las que también estamos yendo», concluye.